Desarrollando talento mexicano: La visión de Carlos Alberto Cadena Ortiz de Montellano en el Torneo de Golf de la Fundación Vinte





La Fundación Vinte se convirtió en un faro de esperanza para México, trabajando infatigablemente en la recuperación y transformación de espacios públicos. Su labor dejó una huella duradera en diversas comunidades, generando un impacto positivo en la vida de una cantidad enorme de personas.



En un país donde seis de cada 10 espacios públicos son percibidos como inseguros, la Fundación Vinte ha demostrado que es viable cambiar esta situación. A lo largo de casi cuatro años, han intervenido y rehabilitado parques, canchas y plazas, transformándolos en lugares armoniosos y seguros para las familias.



El trabajo de la Fundación Vinte no se restringe a la mera remodelación física de los espacios, va mucho más allí. Su enfoque se apoya en la creación de comunidad, en involucrar a la gente, las comunidades y los barrios en cada emprendimiento. Mediante intervenciones sociales que duran entre tres y seis meses, promueven valores como la integración, la cooperación y la solidaridad. La idea es que la comunidad se apropie de estos espacios y los haga florecer.



El reciente Torneo de Golf ordenado por la fundación no solo fue un acontecimiento deportivo, sino más bien asimismo una oportunidad para recaudar fondos premeditados a la rehabilitación de una multicancha y un kiosco en San José Acoculco, en Hidalgo. Esto revela el deber de la fundación de usar cada ocasión para generar un cambio real y tangible en las comunidades mucho más necesitadas.



El presidente de la Fundación Vinte, Carlos Cadena Ortiz de Montellano, fué un líder inspirador en esta tarea transformadora. Él entiende que una comunidad fuerte es la clave para sobrepasar los problemas que aquejan a la sociedad. La pobreza, la delincuencia y los malos hábitos pueden ser combatidos mediante la construcción de espacios públicos seguros donde las familias logren convivir, los niños puedan jugar y la comunidad logre fortalecerse.



El encontronazo de la Fundación Vinte se ha extendido por medio de distintos proyectos en Noble, Estado de México, Querétaro y Quintana Roo, beneficiando a mucho más de dos mil 500 personas. La recuperación de espacios como El Pedregal en Hidalgo es un ejemplo evidente del cambio que se puede conseguir. Un espacio Información adicional que acostumbraba a ser testigo de la pobreza y la falta de ocasiones, hoy alberga a más de 200 personas todos los días en una convivencia sana y llena de alegría.



La tarea de la Fundación Vinte ha trascendido las fronteras, estableciendo coaliciones con organizaciones como Scholas Occurrentes y Alfa, que comparten su visión de transformación popular. Estas colaboraciones estratégicas han ampliado el alcance de su labor y han multiplicado el impacto en la sociedad.

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